Me botaron del trabajo. ¿Y ahora qué hago?

Take the GMAT!

Asumamos que tienes entre 25 y 30 años, eres un joven profesional y trabajas en una empresa decente. De pronto, te sacan de la chamba.

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Una de las cosas más traumáticas que te puede pasar es que te boten del trabajo. A veces es porque la situación de la empresa no está bien o la están cerrando (layoff) y otras porque el nuevo jefe tiene más confianza en su equipo (su argolla). Algunas veces también es porque no hiciste un buen trabajo o simplemente no hay empatía con el equipo (fired). A veces sales con algún tipo de beneficio económico adicional y otras veces con lo que la ley tiene estipulado.

Luego de una breve reflexión y duelo (porque siempre duele un poco), yo te sugiero que evalúes si aprovechas y te preparas para rendir el GMAT – con esto sales del más pesado de los requisitos para postular a un MBA Top.

Como está la situación económica, en donde el PBI interno sigue parándose y el nivel de desempleo aumenta, te va a tomar unos meses conseguir de regreso un buen trabajo (ya no como era antes, en el boom de los metales).

Yo te sugiero que, en esos meses, en donde también buscas trabajo, te pongas como objetivo estudiar y rendir el GMAT. Y es que tu gran activo en estos momentos es el tiempo disponible que tienes. En mi experiencia, la principal razón por la que las personas no obtienen un buen puntaje es porque no le dedican el tiempo suficiente para prepararse. A veces es porque el trabajo los absorbe demasiado, otras porque salen de fiesta seguido, otras porque se vuelven padres de un momento a otro, otras porque les dieron el ascenso, otras porque consiguió un trabajo nuevo, otras porque eres de la selección nacional de natación y no puedes parar de entrenar ni cuando duermes, y así ad infinitum.

¡Pero ahora tienes tiempo! Esta es tu oportunidad de salir del GMAT. Usa sabiamente tu principal activo y levántate temprano a estudiar. Haz un horario, en donde incluyas cuándo estudias Quant, cuándo estudias Verbal y cuándo tienes clases. Mínimo de lunes a viernes. No te levantes tarde, ni pierdas el tiempo. No puedes caminar por las calles mirando la gente pasar, y sin preocupaciones ir.

¡Tiene que haber fuego en tu mirada, y atacar el GMAT! Tiene que haber insatisfacción por ese puntaje que siempre quisiste y hasta ahora no logras. Sólo que esta vez, con tiempo, disciplina y asesoría de profesionales serios, podrás alcanzar tu puntaje.

¡Adelante!